En nuestro primer artículo de la serie sobre inteligencia y vida romántica, exploramos la increíble conexión que existe entre la inteligencia y con quién decidimos salir, casarnos y retener en nuestra vida. Si aún no lo has leído, te recomendamos que lo hagas. En él se introducen conceptos importantes que harán que este artículo sea más fácil de entender y, sobre todo, de aplicar.
Ese conocimiento científico no tiene por qué quedarse olvidado en el cajón. Podemos utilizarlo a nuestro favor para crear una vida romántica y de citas mucho más exitosa. Así que en este artículo exploraremos cinco estrategias concretas diferentes que puedes utilizar para lograr la vida romántica que llevas tiempo deseando. Aunque parte del artículo se centrará en las personas con un alto CI, lo cierto es que las estrategias se aplican a todos y todos pueden beneficiarse de su lectura. Así que empecemos con la primera estrategia de cómo hacer que nuestra vida romántica sea más exitosa.
Estrategia #1 Comprender nuestro valor de pareja
Calibrar correctamente nuestro valor en el mercado romántico es de enorme importancia para tener éxito. Como explican la psicóloga Maryanne Fisher, de la Universidad de Saint Mary (Canadá), y sus colegas en una investigación reciente, una buena percepción de nuestro valor nos permite identificar correctamente el tipo de personas que idealmente deberíamos tener como pareja. Todo el mundo desea, aunque sea inconscientemente, estar con una pareja de valor similar, ya que ello multiplica las posibilidades de éxito de la relación. Si una de las partes de la relación siente que hay un desequilibrio, existe un alto riesgo de que la pareja de mayor valor rompa tarde o temprano para encontrar a alguien de mayor valor.
El primer paso para comprender el valor que percibimos que tenemos como pareja es valorarnos en cada una de las dimensiones de la famosa Escala de Preferencias de Pareja de Buss. A continuación encontrarás una hoja de cálculo con una tabla en inglés que puedes descargarte para el ejercicio, así como la lista de dimensiones.
Tienes que puntuar cuánto crees que ofreces en cada dimensión de 0 (muy poco) a 10 (mucho). Después de completar la puntuación, reflexiona sobre lo que acabas de escribir acerca de cómo te percibes a ti mismo. La lista es la siguiente:
- Atractivo
- Inteligencia emocional
- Ser amable y buena persona
- Inteligencia cognitiva
- Saludable
- Creativo
- Despreocupado
- Quiere tener hijos
- Buena educación
- Buenos ingresos
- Buenos genes
- Buen mantenimiento de la casa
Una vez que has descubierto tu valor percibido en cada dimensión, el segundo paso es pedir a una o más personas de tu confianza que te clasifiquen también en esos rasgos, por su cuenta sin ver tu puntuación anterior, o también puedes escribir cómo crees que te ven. Con ambas puntuaciones puedes empezar a comparar cómo te percibes en el mercado y cómo te perciben los demás. Si hay una gran coincidencia, perfecto. Pero quizá haya desconexiones en algunas dimensiones entre cómo te percibes a ti mismo y cómo te perciben los demás que merezca la pena considerar en detalle.
Incluso puedes llevar este ejercicio un poco más lejos añadiendo más opciones. Una posibilidad muy interesante es puntuar cómo crees que te perciben las parejas actuales, pasadas o incluso deseadas, y cómo las percibes tú a ellas. Esto puede permitirte identificar desajustes en relaciones pasadas que podrían haber sido el detonante de una ruptura. Además, puntuar a una pareja ideal (no perfecta) es muy práctico para tomar conciencia de en qué aspectos quieres que la pareja deseada sea fuerte y en qué aspectos estás dispuesto a ceder un poco más.
Si ha realizado la tarea, probablemente habrá obtenido una imagen más clara de cómo se valora a sí mismo y a los demás. A veces, el mero hecho de ser más consciente es valioso en sí mismo y puede ayudar a desbloquear muchos problemas, pero en cualquier caso, utilizar los conocimientos adquiridos te ayudará con las siguientes estrategias.
Estrategia #2 Controlar tu valor percibido
Las citas y el romance son un juego de percepciones. Tenemos que entender que, aunque el valor real de la pareja es importante, la realidad es que cada uno tiene su propia percepción y evaluación. Algunas personas son consideradas atractivas por unas mientras que por otras no, precisamente por sus diferentes percepciones.
Así que la segunda estrategia consiste en aprender a controlar cómo perciben los demás tu valor como pareja para lograr el éxito deseado en cada situación. En general, debes esforzarte por coincidir con la pareja potencial en los rasgos específicos más importantes. Si, por ejemplo, crees que tu pareja es superinteligente y tú también lo eres, entonces puedes mostrar tus capacidades sin miedo. Pero si crees que la persona podría sentirse intimidada, entonces nivela siendo más cuidadoso y haciendo cumplidos honestos a los puntos fuertes de la otra persona. Si por el contrario crees que la otra persona es más inteligente, entonces intenta destacar o hacer visibles otros puntos fuertes tuyos o mostrar más aspectos de tu inteligencia que la otra persona pueda valorar.
Como vimos en el artículo anterior de esta serie, los estudios han descubierto que la gente tiene prejuicios contra las personas superinteligentes, aunque no sean ciertos. Y no sólo ocurre con el CI, sino también con la inteligencia emocional. Un estudio de la Universidad de Australia Occidental descubrió que la razón nº 1 en contra de tener una pareja con un CI emocional extremadamente alto es que "yo mismo no soy extremadamente inteligente emocionalmente".
Utiliza tus puntos fuertes a tu favor. Muéstralos sabiamente, no siempre más es mejor. Intenta encontrar a alguien con un valor similar en la mayoría de los rasgos y cuando sientas que hay un pequeño desequilibrio en un rasgo específico que no te parezca demasiado importante, esfuérzate porque la otra persona se sienta segura y aceptada. Si tienes un CI o una inteligencia emocional muy altas, lo más probable es que tengas que conformarte un poco y ser exigente con otros rasgos. Y si la diferencia es demasiado grande para tu gusto, entonces busca una nueva persona con la que sientas que existe más equilibrio.
Estrategia #3 Aumentar tu valor real y percibido com pareja
Una vez que te hayas evaluado en cada dimensión de la escala de preferencia de pareja, habrás adquirido una comprensión mejor y más objetiva de cómo te percibes a ti mismo, cómo te perciben los demás y cómo percibes a tus parejas. La tercera estrategia consiste en aumentar el valor, tanto el real como el percibido, que ofreces en cualquiera de las dimensiones evaluadas y que te gustaría mejorar.
El primer paso es echar un vistazo a la evaluación y reflexionar sobre qué dimensiones merece la pena dedicar tiempo y esfuerzo a mejorar. Si estás en una relación comprometida, podrías plantearte en qué aspectos crees que no estás a la altura de tu pareja tanto como te gustaría. Y si estás soltero/a, podrías pensar qué mejoras serían más valoradas por el sexo opuesto si las mejoraras.
El segundo paso es clasificar las dimensiones que le gustaría mejorar por importancia y también por el margen de mejora que crees que existe, ya que siendo realistas no siempre podemos mejorarlo todo. El tercer y último paso es hacer una lluvia de ideas e investigar a través de qué actividades podrías mejorar las dos o máximo tres dimensiones más críticas a mejorar.
Por ejemplo, supongamos que te clasificas bajo en creatividad. Resulta que la creatividad es un rasgo importante. Darwin descubrió que la música y el ritmo desempeñan un papel en la atracción, no sólo en los humanos, sino en muchas especies como los pájaros. ¿Qué podrías hacer para ofrecer más a tu pareja en ese sentido? Hay muchas opciones. Quizás deberías apuntarte a clases de baile o podrías aprender standup comedy y ser más gracioso, hacer teatro para mejorar tus habilidades sociales y tu inteligencia emocional, aprender a tocar un instrumento musical, o quizá simplemente cantar, escribir o dibujar. Intenta encontrar actividades que te gusten y al mismo tiempo te hagan más atractivo.
Te prometo que si trabajas los aspectos que te dan más valor como pareja, aumentarás tus posibilidades de encontrar una pareja interesante, quizá incluso a través de las propias actividades. Además, no olvidemos que si crees que tienes más valor, probablemente serás más proactivo, menos introvertido y estarás más abierto a nuevas personas.
Estrategia #4 Reconsiderar qué rasgos son importantes
La cuarta estrategia consiste en reconsiderar qué rasgos son importantes y en qué medida. A menudo nos obsesionamos con un prototipo o una versión ideal de la pareja que deseamos encontrar y, por tanto, no damos opción a personas que en realidad podrían haber encajado bien. Si has completado la evaluación de las parejas pasadas, presentes y futuras ideales en las dimensiones del valor de la pareja, podremos trabajar en ello más fácilmente.
Revisa las puntuaciones de cada dimensión otorgadas a tu pareja ideal. Ahora hazte estas preguntas. ¿En cuál de ellas podrías aceptar una puntuación inferior a la que presentaste en primer lugar? ¿Cuáles son más negociables con otras características? Algunas de estas características serán para ti más "deal-breakers" que otras, pero ¿a qué nivel?
Estas reflexiones harán que tus gustos sean más flexibles, sobre todo al principio, y puedan surgir más oportunidades. Intenta ser específico en tu puntuación con ejemplos de tu razonamiento. Pongamos por ejemplo que valoras mucho el estilo al vestir y rechazas a posibles parejas por ello, ¿sería acertado aceptar cambiarlo por creatividad si surge la ocasión? Cada persona tiene sus propios gustos, así que tienes que configurar tu propia mezcla.
Por último, ten en cuenta que es fácil juzgar erróneamente a la gente al principio. Algunas cosas necesitan tiempo para volverse más claras. Como en el caso de la inteligencia emocional o la amabilidad de una persona. No son características que saltan a la vista de inmediato, por lo que debes tener cuidado de no juzgarlas mal demasiado pronto y estar abierto a situaciones en las que pueda desplegarse su poder de atracción. Por ejemplo, cuando llegas a una fiesta, lo único que sabes de las personas nuevas es lo atractivas que las ves, pero después de hablar con ellas empezarán a entrar en juego también otras características como su personalidad.
Estrategia #5 Replantear la estrategia de búsqueda
Cuando una persona que busca una nueva relación no encuentra una pareja interesante, dispone principalmente de tres tácticas de búsqueda para lograr el éxito, según un reciente estudio internacional dirigido por el profesor Peter Jonason, de la Universidad italiana de Padua.
La primera táctica es rebajar los estándares. A cualquier persona que lleve mucho tiempo buscando pareja se lo han sugerido mil veces: ¡eres demasiado exigente! Pero no suele ser la mejor opción, ya que los estudios han descubierto que estás rechazando a alguien porque no ves equilibrio, atracción o encaje en la relación. Bajar el listón puede conducir muy fácilmente a la insatisfacción.
La segunda táctica es aún más obvia: esperar. Puede que no parezca una táctica en absoluto, pero ¿y si te dijera que esperar es en realidad una de las tácticas más importantes para acabar encontrando a la persona que realmente necesitas? Rechazar y quedarte sólo hasta encontrar a alguien que merezca la pena requiere mucho valor y autoestima, sobre todo cuando todo el mundo a tu alrededor se está emparejando.
¿Y si incluso te dijera que las personas que se valoran mucho a sí mismas tienen una mayor tendencia a esperar más a la persona adecuada? Pues eso es exactamente lo que descubrió el estudio del profesor Jonason: que las personas que se autoperciben como más valiosas tienen una mayor tendencia a esperar más en lugar de comprometerse.
Puede que algunos de tus amigos estuvieran realmente enamorados y tuvieran la suerte de encontrar pronto a su pareja adecuada, puede que algunos de ellos bajaran su estándar mucho más de lo que crees. Por supuesto, esperar conlleva un cierto grado de riesgo, más importante para las mujeres, y es que todos envejecemos, y nuestra fertilidad a partir de cierta edad empieza a deteriorarse. Así que lo que recomendamos es combinar la segunda táctica con la tercera.
La tercera táctica es una que está muy bien documentada en animales, que consiste en buscar más lejos, en otros lugares. En nuestra opinión es una gran opción si no quieres quedarte sólo en una espera pasiva -y es la opción más preferida por las personas cuando tienen que elegir entre cada opción, según el estudio-. ¿Estás en la ciudad adecuada para encontrar el tipo de pareja que buscas? ¿En el país adecuado? Y no interpretes esta táctica sólo geográficamente. Dada la puntuación de tu pareja ideal, ¿en qué lugares y actividades podrías encontrar más fácilmente a alguien así? Piénsalo bien.
Antes de terminar
Hay una última cosa que es importante añadir a la mezcla de estrategias y conocimientos que hemos visto. Tienes que ser consciente de que la forma en que te percibes a ti mismo y a los demás nunca será completamente estática. Un día te verás mejor y otro peor. Y eso ocurre porque nuestra autopercepción del valor de la pareja es bastante dinámica. De hecho, los investigadores han descubierto que nuestra percepción del valor de pareja depende de las situaciones, los lugares y las personas con las que estamos.
Si vas a un concurso de modelos, es perfectamente normal que te sientas poco atractivo en comparación, mientras que en un grupo de amigos poco atractivos sentirás que tu atractivo es mayor. Compararnos es adaptativo, ya que nos ayuda a evaluarnos en el momento concreto, pero es muy importante que una parte importante de tu valoración derive de tu propio juicio interno y que siempre tengas un buen nivel de amor propio.
Sé consciente de cómo te afectan los cambiantes sentimientos y pensamientos de tu percepción propia de valor propia. Reconócelos cuando surjan y reafírmate en tu valor independientemente de las circunstancias externas. Piensa también en tus otros rasgos y en cómo pueden ayudarte a ser un compañero deseable en cada situación. Y como lo que definitivamente más controlas es tu comportamiento, ser consciente de esos sentimientos temporales te ayudará a centrarte en tus puntos fuertes en la situación, superar los puntos bajos de ese momento ¡y charlar con ese periodista tan mono que se sienta detrás de ti!
Hemos llegado al final de la serie sobre la relación entre inteligencia y vida romántica. Esperamos que te haya resultado una lectura entretenida y que hayas aprendido cosas interesantes que puedan ayudarte a tener más éxito en tu vida romántica. Y si te ha gustado nuestra serie de artículos, compártela con cualquier amigo o familiar al que le pueda interesar y te recomendamos que eches un ojo a nuestros artículos sobre inteligencia.