¿Qué es la inteligencia según la ciencia?

Vivimos en un entorno en constante cambio. Tal vez lo olvidemos, pero los dinosaurios lo experimentaron duramente cuando se extinguieron a causa de los meteoritos. Ahora, después de Covid-19, la humanidad es más consciente que nunca de este hecho.


El cambio constante en· la naturaleza tiene un lado bonito, pero también uno oscuro, lleno de peligros normalmente ocultos. Por eso la capacidad de adaptación de los organismos es fundamental para su supervivencia y reproducción. Si no lloviera durante varias semanas, los elefantes tendrían que buscar agua en otros lugares donde recuerdan que abunda o enfrentarse a la muerte. Cuando un mono ve de repente a un tigre que le ataca, tiene que elegir muy rápidamente la estrategia más inteligente para escapar.

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Cuando los organismos son insensibles o inflexibles a los cambios, se convierten en cebo para las presas o sufren la dureza de la naturaleza. Esa es la razón por la que nosotros, como seres humanos, nacemos para la novedad, el cambio, la evolución. Ahí está el corazón de la inteligencia.


Porque no sólo los humanos, sino todos los animales tienen inteligencia (puedes aprender más en nuestro artículo sobre la inteligencia de los animales). Como ya habrás adivinado, la inteligencia es la "capacidad de aprender, adaptarse y resolver problemas y necesidades".


Nuestro crecimiento consiste básicamente en perfeccionar nuestras habilidades para aprender, adaptarnos y resolver problemas. Ejecutar tareas, comprender cosas, planificar pasos. Al principio de nuestras vidas, cuando somos bebés, buscamos la estimulación, moderada sí, pero aún así la estimulación. Ya que eso es lo que ayuda a los bebés a aprender y crecer. No es de extrañar que el deseo de estimulación del bebé haya sido demostrado por diferentes estudios (véase Bornstein y Sigman, 1986) como un fuerte predictor temprano de su futura inteligencia una vez crezca.


¿Cómo podemos medir entonces la inteligencia?

Así que ahora que conocemos la definición de inteligencia según la psicología, la cuestión pasa a ser cómo debemos medirla. En realidad, no es muy diferente de la medición de otros rasgos como la personalidad. Se trata de medirla con algún tipo de test y comparar y encontrar diferencias entre personas de un grupo determinado (por ejemplo un país).


Cuando alguien está interesado en descubrir su cociente de inteligencia (cociente intelectual, que algunas personas llaman equivocadamente coeficiente intelectual) es porque le gustaría predecir su capacidad de enfrentarse a futuros problemas, ya sea tener éxito en la universidad, convertirse en un gran científico o superar los procesos de selección de una determinada empresa.

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Y así es exactamente como los científicos intentan validar los tests decociente intelectual. Por un lado, eligen qué aptitudes van a medir a través de una o varias subpruebas. Por otro lado, como no pueden medir directamente la capacidad de adaptación de alguien, tienen que decidir qué aptitudes están muy relacionadas.

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En otras palabras, si alguien obtiene una puntuación alta en un test de cociente intelectual debería significar que tendrá con alta probabilidad un alto rendimiento en alguna otra variable de la vida real. Para ello, las variables que hasta ahora se han utilizado son básicamente el rendimiento académico, el éxito laboral o el bienestar social.


¿Cómo construyen los psicólogos las pruebas de cociente intelectual?

Dado que la inteligencia consiste en nuestra capacidad de adaptación, los tests de cociente intelectual evalúan cómo una persona resuelve problemas complejos. Miden la capacidad de aprender, razonar y resolver problemas complejos.


Ha habido varias teorías y propuestas diferentes sobre cómo medirlo. Sin embargo, no es tan importante la prueba que se haga de cociente intelectual, si una u otra. ¿Por qué? Porque la mayoría de las pruebas de cociente intelectual producen los mismos resultados o muy similares -lo que también se describe como fuerte correlación-. Incluso si se hacen pruebas que miden diferentes habilidades, tienden a ofrecer el mismo resultado a la misma persona. Una señal de que todos ellos están midiendo correctamente la inteligencia subyacente.


Algunos de los factores que los científicos tienen en cuenta y evalúan con sus pruebas son: la cantidad de información que la persona puede procesar, el nivel de comprensión de la información abstracta, si se ignora la información irrelevante, la capacidad de ejecutar inferencias a partir de la información dada o la capacidad de navegar a través de información impredecible o incierta.

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Se ha comprobado que algunas habilidades son más importantes que otras a la hora de medir la inteligencia. Esa es la razón por la que algunos tests de cociente intelectual se relacionan mejor que otros. En general, los tests de razonamiento matricial, aritmético o de vocabulario suelen tener una muy buena relación con la inteligencia. A esto se le llama aptitudes cargadas de g (es decir, cargadas de inteligencia general).


En cambio, los tests que se centran en otras habilidades como la memoria y la velocidad, suelen tener una relación más débil. En cualquier caso, muchos test se componen de varias baterías que miden diferentes habilidades, ofreciendo una visión completa, pero son más caros y suelen conllevar varias horas.


¿Importan acaso los tests de inteligencia?

Importan y mucho. Hay varios estudios que explican las razones de peso por las quemedir el CI es importante. En primer lugar, el riesgo de abandono escolar es mucho mayor para las personas con un bajo cociente intelectual. En una sociedad que promueve el bienestar, el éxito escolar debería ser un objetivo importante. Por ello, las pruebas de cociente intelectual proporcionarán información sobre la necesidad de ayuda especial para el aprendizaje y evitarán el abandono escolar. En realidad, como veremos en el artículo sobre la historia de la medición del cociente intelectual, así es como empezaron las pruebas de cociente intelectual

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En segundo lugar, vivir en situación de pobreza es mucho más común entre las personas de bajo cociente intelectual. Todo lo que podamos hacer para ayudar a mejorar su inteligencia les dará nuevas oportunidades con toda seguridad. En tercer lugar, las personas con un nivel bajo de cociente intelectual tienden a padecer más enfermedades evitables y lesiones accidentales. Y también se comprometen menos con los tratamientos sanitarios y, por tanto, sufren más muertes prematuras.


Por estas y muchas más razones que puedes conocer en más profundidad con nuestro artículo sobre la relación entre inteligencia y éxito, los tests de cociente intelectual son una muy buena herramienta cuando se utilizan adecuadamente. Pueden ayudar a detectar a las personas con baja inteligencia y crear las condiciones necesarias para que puedan prosperar y evitar los mencionados riesgos de fracaso escolar, pobreza o problemas de salud, entre otros.


Las pruebas también son valiosas para que las empresas elijan al empleado más adecuado, del mismo modo que las pruebas de personalidad pueden determinar si se adaptarían a la cultura de la empresa.


¿Es entonces válido medir la inteligencia? ¿Tiene sentido?

A finales de los 90, la Asociación Americana de Psicología decidió que era el momento de crear un grupo de trabajo y concluir si la ciencia era lo suficientemente robusta con respecto al cociente intelectual. La guerra entre las diferentes escuelas de psicología se había prolongado demasiado tiempo y tenía que terminar.


Lo que descubrieron fue que la validez de los tests de inteligencia era sólida, incluso comparable a la de las pruebas médicas. Dado que la medición de cociente intelectual podía servir para objetivos tan interesantes como comprender la posible recuperación de una lesión cerebral o qué habilidades debían trabajarse para ganar en resiliencia y bienestar en un entorno clínico, consideraron que las pruebas de inteligencia eran una pieza fundamental de la psicología.


Curiosamente, la conclusión final del grupo de trabajo es la misión de Braintesting. Citemos sus palabras: "utilizar las pruebas como herramientas útiles para proporcionar a los pacientes y a los especialistas que les deriven una medición profesional" (véase Meyer 2001)


¿Están las pruebas de CI sesgadas racialmente?

Los rumores son ciertos. Los psicólogos descubrieron que los blancos obtenían, de medio, mejores resultados que otros grupos (por ejemplo, personas negras en Estados Unidos), por lo que se pusieron en marcha estudios para comprobar si las pruebas estaban sesgadas.


Los resultados de estudios muy sofisticados han constatado una y otra vez que la raza no era la causa de la diferencia de puntuaciones. De hecho, al medir los grupos por separado, la prueba era igualmente consistente.


Sin embargo, las causas de las diferencias parecen residir en la educación, los ingresos, la nutrición y la salud, así como en las expectativas. Cuando se tienen en cuenta estos factores, por ejemplo comparando a blancos y negros con igual nivel económico, la media de cociente intelectual de ambos grupos acaba siendo similar.

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¿Afecta la edad a la inteligencia?

Sí. Cómo explicamos en nuestro artículo sobre la edad y la inteligencia, cuando se observa nuestra capacidad de procesar información, la inteligencia fluida, ésta se ve afectada por la edad. Después de la madurez, nuestra capacidad empieza a disminuir lenta y constantemente.


Sin embargo, el paso del tiempo no afecta a los aprendizajes que hemos obtenido a través de nuestra experiencia, también llamados inteligencia cristalizada. Por ejemplo, el vocabulario es un ejemplo típico de inteligencia cristalizada. Si comparamos a una persona de 25 años con otra de 65, no sólo son comparables en ésta, sino que la más joven probablemente sea superada por la mayor. Por eso es tan común encontrar profesores universitarios bastante mayores que tienen un gran conocimiento -muy superior a sus colegas más jóvenes- y son considerados muy inteligentes.


En definitiva, la inteligencia ha resultado ser una de las cuestiones más complicadas e investigadas en la historia de la ciencia psicológica. Así que si te ha gustado esta introducción y quieres saber más, continuemos con el siguiente artículo.